Fuente: esportsdelcamp.cat.- Llegó a la capital del Baix Penedès sin hacer ruido. Este verano, Guillem Fox fue el elegido para sustituir Xevi Puigbí, MVP de la Copa del Rey 2014, en la portería del Moritz Vendrell. Joven y sin experiencia en la élite, el santcugatense tenía la difícil misión de adaptarse lo más rápidamente posible a la nueva categoría. Con sólo dos meses, Fox pasó de competir en la OK Liga sub23 a hacerlo en la OK Liga y la Liga Europea.
Las primeras semanas en el Vendrell no fueron fáciles para el joven portero formado en las categorías inferiores del FC Barcelona. Además de la exigencia de que, por si solo, ya requería el reto que tenía entre manos, el contexto del equipo no ayudó. El cambio de ciclo de la época de Guillem Cabestany afectó a todo el vestuario, que no empezó a funcionar hasta bien entrada la temporada. Fox también se vio afectado por un inicio de curso complicado, en el que los malos resultados se mezclaron con el positivo por dopaje de Ángel Rodríguez, que todavía enrarecería más el ambiente en el club rojinegro. Aunque ninguna pieza del equipo funcionaba, como es habitual en estos casos, algunas voces cuestionaban si Fox tenía capacidad para asumir el reto de defender la portería del Moritz Vendrell.
Con el paso de las jornadas, sin embargo, todo el equipo fue creciendo. Fox, también. Una magnífica racha de cinco victorias seguidas han permitido a los de Pere Varias clasificarse para la Copa del Rey cuando parecía prácticamente imposible hacerlo. Para entender esta meta se debe analizar el paso adelante que han hecho jugadores como Miras o Creus, la adaptación de Eloi Mitjans y, también, la evolución de Guillem Fox en la portería. El santcugatense recibió 39 goles en las primeras 7 jornadas de la OK Liga. En las últimas 8, el balance es de sólo 27 goles encajados. Evidentemente, no todo el mérito es del portero, como tampoco era del todo su culpa cuando el equipo recibía más goles. Es cierto, sin embargo, que el ex del Barça se ha mostrado imparable en los últimos compromisos del conjunto del Baix Penedès.
El papel de Sergi Miras y Jordi Creus, que esta temporada se ha erigido como líderes del vestuario rojinegro, han sido claves para facilitar la adaptación de Fox a la nueva categoría. Los dos veteranos lo apadrinaron deportivamente, conocedores de que el reto que todavía tiene el santcugatense (defender la portería de un equipo de Liga Europea con sólo 20 años) no es fácil. Miras y Creus, así como el resto de compañeros, no han sido los únicos que han dado apoyo incondicional al joven portero. En las últimas citas, ya se ha convertido en habitual que los Orgullo Rojinegro, peña encargada de poner la nota de color y ruido en El Vendrell, coree su nombre después de alguna de sus paradas. Y es que las últimas actuaciones de Guillem Fox en la portería no sólo han estado a la altura de las circunstancias, sino que además, han servido para ayudar a cumplir el primer objetivo de la temporada: disputar la Copa del Rey.
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