Fuente: lesportiudecatalunya.cat.- Siempre ha sido un virtuoso con el stick, pero en su madurez ha dado un paso adelante y se ha reivindicado como un jugador imprescindible, tanto en el Benfica como en la selección española, con la que ganó los World Roller Games del 2017, su tercer título mundial. Jordi Adroher (Reus, 1984) fue hace pocos días el verdugo del Reus ya que firmó cuatro de los cinco goles del Benfica en la final de la Intercontinental.
Con el club portugués ganó la liga europea, la liga -pichichi con 50 goles-y la copa Continental en 2016. Se formó en el SHUM Maçanet y ha jugado en Lloret, el Vic -una Copa-, el Barça -una liga y una liga europea-, el Reus y el Breganze -una copa.
Cuántos kilómetros han hecho sus padres para verlo jugar?
Muchos. Suerte que les gusta el hockey y también les gusta viajar. Les gusta que yo vaya a dar vueltas al mundo para así ellos ir detrás.
Hizo un partidazo en Reus.
Fue un gran partido y la gente disfrutó. Fue un partido muy igualado y yo, personalmente, me encontré bien. Estamos pasando un buen estado de forma y estoy feliz de haber ayudado a los compañeros a conseguir el objetivo.
Lleva ocho goles en los dos últimos partidos de liga, es el pichichi con 18 e hizo cuatro contra el Reus. Vive un momento muy dulce.
Ya se sabe cómo va esto de las rachas y las dinámicas. A veces haciendo lo mismo no hay manera y a veces haces goles casi sin querer. Lo importante es el rendimiento colectivo y el equipo pasa un buen momento. Ahora nos viene una parte complicada en la liga con los enfrentamientos contra los otros equipos de arriba porque aquí el sorteo se hace teledirigido. Los cuatro equipos grandes de Portugal tienen ocho jugadores y dos porteros que pueden jugar. Son equipos muy completos. El próximo fin de semana jugamos en casa contra el Oporto y lo que tenemos que hacer es no fallar.
Se podría decir que ha adquirido la madurez como jugador.
No sé si lo he adquirido o no, es difícil que uno mismo valore estas cosas. Seguramente soy un jugador más completo y ahora tengo más registros.
Tiene mucha complicidad con el cerebro argentino Nicolía.
Es evidente. Tener buenas rachas goleadoras es más fácil si juegas en uno de los mejores equipos del mundo como el Benfica y rodeado de jugadores muy buenos con capacidad para dar buenas asistencias. Todo es más fácil. Con Nicolía nos entendemos muy bien en la pista y eso es importante.
Debe de ser una delicia jugar con tanto público.
Es muy bonito jugar en estos ambientes. En los partidos grandes contra los rivales más directos de arriba, dos o tres días antes ya no hay entradas. Cuando vamos a jugar en el norte contra equipos sin tanto nombre, las pistas están llenas. También tenemos aficionados benfiquistas que no son de Lisboa y ya te esperan afuera para recibirte. Es una sensación muy bonita. En Portugal se da mucha importancia al hockey. Por televisión cada fin de semana se pueden seguir tres o cuatro partidos, es un lujo. También hay mucho de seguimiento por parte de la prensa.
La liga portuguesa es más fuerte que la OK Liga?
Es difícil decir cuál es más difícil. Cuando llegan las finales a cuatro europeas, los partidos entre portugueses y equipos de la OK Liga son muy igualados. Lo que veo es que aquí está creciendo y los clubes están invirtiendo mucho.
En Portugal se defiende menos?
Verdaderamente, en la liga portuguesa hay una mentalidad más ofensiva. En Cataluña los equipos son más estructurados, con un juego más pensado. En Portugal se trabaja más la parte ofensiva y el juego es más alegre. Se trata de hacer un gol más que el rival. A veces jugamos en pistas en las que faltan dos minutos y ganamos por 3-7 y aún nos vienen a presionar.
Y en Italia?
No es tan intenso como en Portugal y en el plano ofensivo estaría en un nivel intermedio entre Portugal y la OK Liga.
Como digirieron el 4-8 que encajaron contra el Barça?
Fue un golpe duro. Sabemos que el Barça tiene un gran equipo. Ambos equipos tuvimos ocasiones en el primer tiempo, pero en la segunda, cuando ellos nos hicieron el 1-3, nos volvimos un poco locos y descuidamos la defensa. El Barça tiene mucha calidad y te destroza. El partido nos hizo reaccionar. Para competir en Europa contra equipos catalanes tienes que ser más cauteloso y estructurado. En la final contra el Reus tuvimos la paciencia suficiente para seguir elaborando el juego y seguir trabajando y eso fue clave. Sin perder nuestro estilo.
¿Quién es el favorito para ganar la liga europea. El Benfica?
Hay muchos equipos preparados.
Los cuatro portugueses, el Barça, el Reus y el Liceo?
Seguro que nos dejamos alguno. Nosotros tenemos trabajo para clasificarnos porque empatamos en la pista del Forte y el partido en casa será decisivo. En la próxima jornada intentaremos puntuar en el Palau contra el Barça.
Cómo gestiona el club que el año pasado no se ganaran títulos?
En los clubes grandes, cuando no se gana, siempre hay alarma. Entienden que la liga es muy complicada, pero el Benfica es un club ganador, de máxima exigencia. Nuestro objetivo para el 2018 es ganar cada partido y luchar por todos los títulos.
Tiene mucho mérito ganar el mundial con un equipo totalmente renovado.
Portugal y Argentina hacía muchos años que trabajaban juntas. Alejandro Domínguez configuró un grupo muy unido que creyó en sus ideas y eso fue clave. Con jugadores jóvenes que aportaron frescura y ganas de ganar, y con otros con experiencia.
Domínguez ya decía cuando coincidieron en el Reus que usted podía dar un paso adelante.
Siempre hablábamos. Le tengo mucha admiración.
Le preguntan mucho sobre el proceso catalán en Portugal?
Mucho. Están muy al tanto del caso. Las televisiones hablan mucho del proceso catalán.
Entienden lo que está pasando?
No todos. La mayoría no entiende que nos queramos independizar. Ven España como un país homogéneo.
Cómo vivió el 1 de octubre?
Lo seguimos tanto como pudimos desde la distancia y con nervios. Te gustaría estar en casa y no fue fácil. En las elecciones del 21 de diciembre pedí el voto por correo e hice mi parte.
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