
Foto: César Toimil
Fuente: lavozdegalicia.com.- Ainhoa García López (Gijón, 1988) es santo y seña del Hostelcur, uno de los clubes nacionales más laureados de cualquier disciplina. Vivió los modestos inicios del equipo gijonés de hockey sobre patines y paladeó sidra tras cada triunfo. Fue -y será- una de aquellas niñas a las que el técnico Fernando Sierra, mucho más que un entrenador para ellas, llevó al más alto nivel deportivo, casi en volandas, sin que dejase de ser un juego para todas, su patio de recreo. Reinan todavía en Europa y pocos les tosen en la competición doméstica.